De Suecia a Noruega la autopista era bastante mala; el límite está en 110Km/hora, pero hay que andar con mucho cuidado. La mayor parte del tiempo un solo carril, altos y bajos, reparaciones, asfalto desprendido además de la lluvia constante y el trafico ingente de camiones … todo ello hace necesario extremar la precaución.

Llegados a la frontera se indican dos variantes; una para los que tienen algo que declarar y otra para los que no…sigo por la que no, pero nadie me impide el paso…

Uno viene con una mochila cargada de tópicos sobre los nórdicos; que son gente fría, aburridos, que todo es de diseño, súper organizado, mujeres – i vikingos – súper guapos … pero poco a poco todo eso se va desfigurando.

Por Noruega la autopista era todavía peor, de un solo carril y con socávanos cada dos por tres y las carreteras interiores, de miedo… Aquí, como en Suecia, las autopistas son de pago – en Noruega y al menos lo que pude comprobar, también algunas carreteras interiores – y los peajes están colgados por encima de las autopistas y carreteras como en Portugal. Pasas y te hacen la foto y luego te envían la factura seas de que país seas. Así que lo recomendable es apuntarse a la web epcplc.com ; entras tus datos, la matrícula y marca del coche y al final te envían un mail para confirmar el mismo. En la web tienes el registro de tus andadas y puedes pagar desde tu banco. Dicen que suelen tardar casi un mes en presentarte tus andadas por el país.

Noruega es el paraíso de los Tesla… están por todos partes y a montones… aquí hay cargadores rápidos por todas partes, pero indudablemente es territorio Tesla.

Aquí la conducción se asemeja más a Dinamarca y se respectan las señales o bien te las hacen respectar, especialmente a la entrada de los pueblos. En los sitios donde está controlada a pocos metros de la prohibición de limite a 50 o 60 Km suele haber una camera de fotos y parece que funciona porque todo el mundo se afloja.

Pero la educación también tiene sus problemas. En determinado momento para pasar un puente había una circular. El puente estaba cerrado y había que esperar. Varias colas en espera en las diferentes entradas de la circular, así que me puse detrás de una de ellas en la que había ya tres o cuatro coches… venga a esperar, pero en la cola que había enfrente los coches que iban llegando pasaban sin problemas mientras que la mía no avanzaba ni se movía. Así que pasados varios coches abandoné mi cola y me coloqué en la de delante y rápidamente entré en el puente, pero me quedé sin saber si mi cola primigenia era una cola de descanso, o simplemente se habían dormido, aunque me persiguió la idea de un arrebato de mala educación latina…lo cierto es que nadie me pitó ni hizo ninguna insinuación y pasé súper despacio esperando algún gesto de los dos de delante, pero nada y el que estaba detrás mío avanzó para mi sitio… seguramente todavía esperan…

Fredrikstad

Me dirijo hacia una de las carreteras de la “muerte” que pasas por sobre el mar entre varias islas camino de Skjaerhalden, un pequeño pueblo de casas de madera; en Noruega lo primero que sorprende es que la mayoría de casas son todas de madera, incluido el supermercado, el hospital … El paseo es una maravilla a pesar de la lluvia y la carretera.

Fredrikstad

Cuando llego pregunto si hay algún camping o sitio para aparcar incluido algún Hotel … nadie sabe nada. Así que voy al punto de información turística y me atiende un señor de media edad muy amable… “…hooo spanien…” y una vez más la mano derecha dando palmaditas al corazón … “Messi Messi a god Messi … 4 a 1 … “el Barça acababa de jugar contra, creo que el Arsenal, y le había dado 4 a 1 … el hombre estaba que se fundía.

Cuando despertó del éxtasis pudo finalmente aconsejarme sobre el hotel y camping… bueno aconsejarme lo que es aconsejarme es un decir… me entrega una página A4 con un listado de media docena de sitios y su correspondiente teléfono … alucinante… a pesar de lo pequeña que era la zona, ni un mapa y las indicaciones más bien surrealistas. Así que me dirigí al camping que había anunciado en la carretera … sorpresa … era una zona en el bosque sin ningún servicio y cuatro (4) coches supuestamente clientes. En realidad, de camping solo tenía el letrero y nada más… ni recepción, ni guardia, ni casa, nada de nada. Dormir allí en la furgo se me antojó un poco preocupante ya que dormir entre unos enormes pinos y con una lluvia de órdago no me convenció. Así que empecé a llamar a los hoteles de la lista, pero nadie respondía. Siguiendo el consejo del camarero de un bar me largué para Fredrikstad a unos 15 Km, pero antes pasaría por uno de los pequeños restaurantes del puerto.

Aquí mucha gente habla el inglés, pero en los restaurantes y bares hasta el momento, nos entendemos, pero lo que es hablar inglés …. Salmon ahumado, salsa, patatas, agua con gas y café (a descripción, puedes repetir el café porque no varía el precio final) 30€ pero al menos estaba buenísimo.

Fredrikstad es una pequeña ciudad de unos 80 mil habitantes. Es una ciudad muy espaciada con unos parques enormes, llena de casas de madera y atravesada por algunos canales de mar. Pasas de una ribera a la otra por un par de puentes, pero también hay barcos que hacen las veces de autobús durante todo el día. Son gratis y no solo van de una canal al otro, sino que paran en varias paradas del mismo lado.

Alrededor de los canales hay varios bares con estupendas terrazas y como en Dinamarca o Suecia, todas las sillas con pieles y mantitas para cubrirse. Aunque todas ellas tenían clientes sentados, sin duda durante el verano es su época de esplendor.

Comer aquí es un problema al menos para los que venimos del sur… en todo este tiempo no vi aceite de oliva por ninguna parte… Sí, hay varios nombres en español como el restaurante “Tu puta madre” o el de “tapas” que en su menú tenía “Patatas bravas” a 20€… ni probarlas. España aquí está de moda y tiene muy buenas referencias.

Finalmente me aconsejan un restaurante el Slipp especialista en pescado y “palla voy”.
No había forma de entenderse con la camarera; ni inglés ni francés … aquí las cartas del menú todas en noruego, solo noruego. Cuando le digo que vengo de España se le abren los ojos y sin tiempo para las palmaditas en el corazón sale despedida como se hubiese visto el diablo. Por un momento pensé que me habían salido cuernos o bien me había vuelto tan feo que daba miedo, pero no… se fue a buscar a una camarera autentica Noruega que sabía castellano…

Resultó que había vivido en España durante treinta y cinco años, regentando su propio restaurante en Benidorm. Había vuelto a su ciudad hace unos dos años porque la madre había enfermado e necesitaba cuidados, explicación que no me convenció del todo … su consejo culinario, bacalao con un cocinado a lo sanfaina, aunque más bien popurrí de frutos y vegetales; piñones, salsa de tomate, tomatitos cherry, alcaparras, botones de mayonesa, patatitas cocidas, 4 patatas fritas redondas, cebolla cortada muy fina y frita y por encima dos yescas de pan superfinas tostadas crujientes. Estaba bueno, aunque seguramente el hambre que llevaba tuvo su efecto en la consideración.

Aquí la gente solo come un plato, no usa el pan y el alcohol súper caro; una cerveza pueda costar casi diez €. Te sirven agua con cubitos … a pesar del frio que había fuera y el postre no se usa y si lo hay son del tipo helados o pasteles… fruta ni en sueños.

La ciudad es muy agradable, súper limpia y sí, hacia frio inclusive para los noruegos que durante el día van todavía bien abrigados.

Aparcar aquí es una pesadilla, no por el espacio que lo hay por todas partes, pero por el precio del aparcamiento ya sea en parking o calle.

Al día siguiente hacia un sol estupendo y tocaba volver a Skjaerhalden y si, fue una pasada. Desde luego con sol el paisaje mejoraba notablemente. Un paseo en barco por el archipiélago fue el colofón de una excursión noruega de película…7€ el billete del barco por todo el paseo.

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